Reflexiones: Ir dejando sueños
Reflexiones : Ir dejando sueños Madurar es como envejecer, consiste en ir dejando sueños de infancia, adolescencia y juventud. Esto suena algo cruel pero la vida te enseña a descartar y/o tener otros gustos, amistades y lugares para aprender: qué vale la pena, con quién vale la penar estar y qué lugares merecen la pena conocer o estar. Dejar ir los sueños puede ser una de las metas más difíciles de lograr, porque muchos nos apegamos a deseos que en algún momento creímos eran posibles, pero al pasar los años nos percatamos de su inviabilidad, y si a cierta edad no nos sinceramos con nosotros mismos, esto termina siendo una frustración insostenible, por ello, desilusionados es lo más común ver, así ellos no se den cuenta que lo están. Madurar tiene muchísimas ventajas, pero en sociedades que se le rinde culto a la juventud, hacen que las personas de 40 en adelantes las quieran ver viejas, cuando en realidad apenas podría decirse que están en pleno desarrollo. No hace mucho ...