Reflexiones: Sinceridad

 

Reflexiones: Sinceridad

 

            “Muchos quiere sinceridad, pero cuando el sincero habla muchos se ofenden”, esta es una premisa que para mi forma de ver las cosas, es totalmente cierta. Básicamente porque muchas personas no soportan la honestidad y muchas veces prefieren mantenerse en la relatividad de la realidad.

La realidad ha sido y es tan relativa que dependiendo el credo, cultura y formación esta varía en amplio sentido. Por ejemplo, no es lo mismo para un cristiano, un judío o un islamista la existencia del Estado de Israel que para un Budista o Jaimista, los tres primeros podrán argumentar del porqué debe o no debe existir ese estado, en cambio los dos últimos literalmente no les importa nada esa diatriba, y decirlo es ofender a los otros.

Por ello la tolerancia juega un papel tan preponderante a la hora de escuchar argumentos de los cuales no podemos estar de acuerdo, y el papel de la sinceridad, allí es donde tiene menos afectación directa.

En muchos espacios la sinceridad no está bien vista o no es prudente; la política, las negociaciones, los convenios, las transacciones, etc. esta aquí no tiene mucho o nada de espacio, pero en otros la sinceridad en muchas ocasiones es de suma importancia; el amor, la amistad, el cariño, etc.

Por eso al final a quienes terminan pensando que “Lo bueno de ser sincero y decir las cosas en la cara, es que disminuyen las sonrisas frígidas y los saludos hipócritas”, en un mundo tan crispado, le recomiendo dosificar este razonamiento, aunque ciertamente soy de los que suelo ser demasiado sincero, y en ocasiones es complicado controlarlo.

Lic. José Francisco Marcano S.

Ig: @jfranciscomarcano

Tw: @jfmarcano

 

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