Reflexiones: Hablar claro
Reflexiones: Hablar claro
Uno de los grandes problemas que existe en la comunicación, desde que lo
podemos hacer, es decir lo que realmente queremos decir para que no existan
malas interpretaciones. Sobre este tema el último libro que leí fue El libro azul de Ludwig Wittgenstein, que hacia un abordaje
de él bastante intenso.
La verdad es que muchas veces las personas no tenemos el vocabulario tan
extenso o el que nos escucha no comprende por completo nuestro léxico al comunicarnos,
siendo el mismo idioma, cuesta en muchas ocasiones darnos a entender.
Lo cierto es que esto le ha servido a muchos místicos, políticos y manipuladores
de masas para hacer que les sigan sus ideas, para ellos lograr sus objetivos,
al tener personas poco preparadas y formadas la tarea no es tan compleja.
Por otro lado tenemos a personas que se aprovechan para sacar algunas
ventajas comparativas con respecto a un objetivo, puede ser en una venta o
compra de algún producto o servicio, puede ser en la negociación de algún bien
y/o simplemente lo que las personas suelen llamar “la letra pequeña” en los
contratos de cualquier índole.
La importancia de hacernos entender y de entender a quienes nos explican
las cosas, depende más de uno mismo que de un tercero, ciertamente la educación
en casa y en las escuelas sería el primer lugar para ello, pero con tanta
fractura en las familias, con tantas familias disfuncionales, con tanta atomización
en la sociedad con las agendas de género que se han inventado la nueva
izquierda para poder sobrevivir en un mundo donde ya se ha demostrado el
fracaso de muchas de sus propuestas estatistas. Hacer entender a la gente con
lenguaje claro y específico, se hace cada vez más cuesta arriba, aunada a la
cantidad de basura mediática que aturde a las mentes de los que menos formación
tienen.
No queda más que decirle al lector, procure no caer ni dejar caer en
esto a los suyos.
,Lic. José Francisco Marcano S.
Ig: @jfranciscomarcano
Tw: @jfmarcano
Les invito a leer mi libro “7
Textos caraqueños” con introducción escrita por el Dr. Ítalo Tedesco
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