Los mediocres no se forman

 

Los mediocres no se forman

 

La mediocridad inoculada por los movimientos colectivistas, tanto de izquierda como conservadores desde hace muchísimas generaciones, es la real razón por que las mayorías se mueven como ganado tras uno que momentáneamente hace el papel de líder.

El ver como en unas pseudo primarias que hacen los seguidores del régimen y entre ellos se halan por las greñas y se dan de puñetazos (así se dirime la política en el nivel de ellos), vemos como es impuesto un candidato (que no es más que el mayor jala bo... o el capo del lugar) para así tener a los suyos en los puestos de poder estatal y conservando la legitimidad de la violencia en manos del Estado, para controlar a los que no puedan pensar igual.

Los mediocres no se enteran que esta es la estratagema utilizada por el régimen cubano durante todo lo que va de la dictadura de los Castros y ahora heredada por Diaz-Canel, quien pertenece a la misma mafia, para mantener a la ciudadanía controlada y dejándolos con sus rumbas, ron y tabaco para mantenerlos como bien lo sugirieron desde las cúpulas del otrora Imperio Romano, pan y circo para la plebe.

Desde que se dieron las primeras revoluciones (EE.UU. 1776 y Francia 1789) que cambiaron al mundo poco a poco a la realidad que hoy tenemos, siempre se ha dicho que la educación es la base para el progreso, pero lo que no dicen los zurdos es que ellos se han ocupado desde principios del siglo XX a que esta esté teñida de rojo, sin importar toda la sangre de los más de ciento cincuenta millones de personas que han derramado por la imposición del colectivismo, del que los conservadores no se escapan tampoco gracias a los que han colaborado a ello.

Todo este círculo diabólico se repite gracias a que las mayorías no se ocupan en formarse, ciertamente la primera etapa de la vida de un niño la responsabilidad de la calidad de la educación recae en manos de los padres y representantes al igual que la de los maestros llamados a formar ciudadanos, pero ya al ser joven, más o menos al salir del bachillerato y a eso de los 18 años, la responsabilidad recae en uno mismo, porque es la actitud la que hace la diferencia, y allí es donde entra el problema de la mediocridad en muchos.

Por mi parte sólo me queda ayudar en la medida de lo posible a aquellos que pueda tener cerca, sea por contacto directo o virtual, para ayudarlos a abrir los ojos y sean ellos críticos a la realidad que nos envuelve, y a muchos asfixian.

Lic. José Francisco Marcano S.

Ig: @jfranciscomarcano

 Tw: @jfmarcano

 

Les invito a leer mi libro “7 Textos caraqueños” con introducción escrita por el Dr. Ítalo Tedesco


Comentarios

Entradas populares de este blog

Impuesto es robo

No oigo, no veo y no hablo

Reflexiones: Todo a pulmón