Reflexiones: San Valentín

Reflexiones: San Valentín
En el siglo III de nuestra era un Sacerdote llamado Valentín oponiéndose
a la resolución del emperador romano Claudio II quien prohibió los casamientos
de jóvenes por razones de políticas interna, casaba a escondidas a los
enamorados, esto hizo que el emperador le aplicara la pena de muerte siendo su
ejecución el 14 de febrero de 270, por ello muchos años después este día se
convirtió en el día de San Valentín, aunque esto no se celebró sino más de dos
siglos después en el 494 para así combatir y eliminar las Lupercalia, fiestas
hechas por las personas que adoraban a dioses romanos con el fin de tener
fertilidad.
Ya en 1382 Geoffrey Chaucer,
un escritos londinense, hizo un poema intitulado Parlamento a los pájaros donde se describe al día de San Valentín
como el día de los enamorados, a partir de entonces poco a poco se comenzó a
considerar así en el mundo anglosajón, posteriormente se fue popularizado por
todo occidente.
Casi quinientos años después, en la década de 1840 en el pueblo de
Worcester, Massachusetts, Esther Howland se le ocurrió crear unas tarjetas con
motivos de celebración del día de San Valentín, vendiéndolas en la tienda de su
padre. Así inició la historia del mercadeo para esta fecha, que en la actualidad
mueve millones de dólares en todo el mundo occidentalizado.
Mercadeo que sin duda alguna ha hecho crecer los ingresos de aquellos
emprendedores que aún en el día de hoy se mantienen en esta fecha como una
oportunidad de negocio, y por otra parte a quienes consumen esos productos como
detalles para el ser amado.
Aunque la fecha por lo general se refiere al amor de parejas, hoy día en
algunos lugares se toma como una fecha para celebrar el amor y la amistad en
sus diferentes versiones. Ciertamente esto ha aumentado el mercado de posibles
clientes. Pero poniendo lo comercial a un lado, el hacer esta fecha tan popular
ha tenido caras amables como desdichadas.
Quienes tienen parejas, amistades o familiares con quien tener la excusa
para compartir ese momento, se pueden sentir integrados a una iniciativa como
esta, pero quienes no tienen con quien compartir, por el motivo que sea, se
sienten ensimismados y sumidos en tristeza, más en algunos casos resentidos,
dando así con argumentaciones ideológicas en contra de la libertad individual
tildando a esta fecha como mercantilista y sin sentido.
En este mundo hay de todo y los resentidos en vez de reprochar la
festividad, básicamente por no tener con quien compartir un día que nos
recuerda la importancia del amor entre las personas, independientemente de ser
parejas o no, debería preocuparse en reflexionar del porque están como están,
en vez de criticar la libertad de cada quien en celebrar a su manera.
Lic. José Francisco Marcano S.
Ig: @jfranciscomarcano
Tw: @jfmarcano
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