Reflexiones: Miedo y culpa
Reflexiones: Miedo y culpa
En la cultura occidental, una de las características que se ha heredado
del monoteísmo ha sido el miedo a un dios todo poderoso y la culpa que podemos
sentir gracias a la moralidad que nos inculcan bajo la fe, en el medio social
en el que nos desarrollamos. Esto ha hecho que muchas personas crezcan con valores
particulares ante circunstancias en específico.
El sexo y muchos otros comportamientos naturales han sido pasado por el
tamiz de lo moralmente correcto, y esto ha devenido en algunos comportamientos
positivos, pero también en muchos muy negativos.
Vivir en un valle de lágrimas es lo que ha terminado como resultado de
estas imposiciones de fe. Luego se dio, gracias al mal ejemplo que mostraban
los altos jerarcas de la iglesia (por nombrar sólo el caso católico), el
movimiento luterano a principios del siglo XVI como parte de una corrección. Posterior
a esto, no tardó mucho en aparecer la etapa conocida como la ilustración en el
siglo de las luces, a principios del XVIII, donde muchos lograron revelarse ante
estas imposiciones morales que siempre tuvieron otra cara muy oculta. Esto dio
como resultado una realidad que tuvo un giro importante para occidente.
Pero a lo que concierne a la libertad individual, esta se debe gracias a
la rebelión de hombres que en algún momento su fe los aprisionaban; Adams Smith
era un hombre sumamente creyente y devoto, más sin embargo se percató de la
importancia del libre comercio en las naciones, independientemente de su credo,
para que estas evolucionasen y mejoraran la calidad de vida de sus ciudadanos. Charles
Darwin, fue un hombre tan apegado a su credo que le costó mucho internamente para
publicar sus investigaciones y formular sus teorías gracias a que él era consciente
de que iba en contra corriente a sus enseñanzas de fe.
Ejemplos como estos abundan, hoy día los más conservadores ya no pueden
negar a la evolución, aunque hay muchos fanáticos todavía que no leen más allá
que sus libros sagrados (en todas las religiones), y siguen sus teoría
creacionista a pies puntilla. Pero en el fondo ya es una batalla perdida para
los más conscientes e informados. Mas el problema no está allí, el problema
está en aquellos que buscan imponer sus posiciones vilipendiando a quienes no
se dejan callar al exponer sus puntos de vista ante posiciones tan tajantes
para la sociedad, destruyendo así el miedo y la culpa que han impuesto por
tantos siglos.
La sociedad moderna se enfrenta a situaciones muy complejas, no es ni
será fácil el transitar en un mundo donde por un lado hay quienes buscan
mantener sus dogmas de fe y otros que las niegan rotundamente.
Este segundo grupo es más compleja su realidad, ya que lo único que
termina suplantando la religión son las ideologías, por ello los colectivistas
de izquierdas buscan llevarlos a esta nueva fe hoy llamada progresismo
(socialismo-comunismo es su verdadero nombre), esto ya lo está viviendo
occidente desde el siglo XIX, pero en la actualidad ya el liberalismo clásico
(que muchos nacionalistas lo buscan señalar como de izquierda), siendo una
postura alejada del colectivismo de ambos bandos, es la que más suele llevar
los golpes tanto de los conservadores como de los zurdos, y por ello requiere
un mayor nivel de conciencia (política, ideológica, social y moral) de parte de
quienes se consideran liberales.
Occidente tiene más de dos siglos en esta sopa ideológica, el
ingrediente nuevo es la tecnología de la cuarta revolución, que como lo cuenta Harari en Homo Deus hará cambios muy sustanciales en sapiens.
Así que me toca apelar a una frase muy venezolana: Amanecerá y veremos.
Lic. José Francisco Marcano S.
Ig: @jfranciscomarcano
Tw: @jfmarcano
Les invito a leer mi libro “7
Textos caraqueños” con introducción escrita por el Dr. Ítalo Tedesco

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