Verdades antipáticas
Verdades antipáticas
En una sociedad acostumbrada a oír que es lo mejor del mundo, un pueblo
sabio o que es el centro de atención del universo. El decirle ciertas verdades, no cae nada bien.
Esta es una realidad que todo politiquero sabe y es el motivo principal
porque el 99% de los partidos de Venezuela son socialistas. Lo único que tienen
que decir es que todo es una maravilla en la izquierda y el problema es quienes
dirigen las riendas de la Nación.
Pero lo cierto que allí no está el verdadero problema, este está en la
cultura caribe que hemos heredado durante siglos y que bien se ha amalgamado
con la del español de la época que llegó hace 500 años y luego con la traída
por los esclavos del occidente africano.
Angel Rosenblat nos
lo cuenta en El Hispanoamericano y el
trabajo, donde nos relata que el trabajo en Latinoamérica es visto como un
castigo y no como una tarea de la que el ciudadano se tiene que sentir orgullo, Carolina Jaimes Branger se enfoca en el
caso venezolano en El anclaje del
subdesarrollo, que no deja bien parada a nuestra idiosincrasia. Libros
antipáticos para las mayorías porque dicen verdades no gratas para las masas, y
así como en una oportunidad en la Universidad Central de Venezuela hicieron una
pira para quemar el libro de Carlos
Rangel, Del buen salvaje al buen
revolucionario. El decirle las verdades a las mayorías el único premio que
se puede tener es el desprecio de las masas, pero igual jamás ha faltado quien
lo haga, así pocos le hagan caso.
La lista de taras y problemas
sociales que tenemos en Latinoamérica, y en el caso venezolano, es lo que no
nos ha permitido superar etapas que en otras latitudes han sorteado en pocas
décadas, ejemplos como el de Polonia, Singapur, Corea del sur y muchos otros
fácilmente podrían ser una línea a seguir, pero esto sólo será cuando tengamos
una sociedad educada fuera de esquemas colectivistas de cualquier tipo, sean de izquierda
o de extrema derecha conservadora. El colectivismo en cualquiera de sus
expresiones no es más que un lastre que sofoca y seguirá sofocando el libre
desarrollo de las sociedades.
La tarea es individual, porque todas
las veces que se ha hecho en colectivo, siempre ha privado “lo social” en vez
de lo racional y por ello vemos que son pocos quienes en el fondo terminan
teniendo una educación de calidad, y muchos un
mateo (salir del paso) para darles un título que ha perdido mucho de valor
en los últimos años.
Lic. José Francisco Marcano S.
Ig: @jfranciscomarcano
Tw: @jfmarcano
Les invito a leer mi libro “7
Textos caraqueños” con introducción escrita por el Dr. Ítalo Tedesco

Hola a todos.
ResponderEliminarQuería aportar lo siguiente:
Estoy de acuerdo que a la sociedad hay que decirle la verdad, a partir de ahí se construye cualquier camino en favor de cada individuo y de todos en general.
Latinoamérica y la condición humana nos han enseñado que siempre tendemos a mentir porque nos lo enseñan, creo, con una educación que enseñen a las personas a ser individuos para un país, a ser ciudadanos que construyan ese país podremos cambiar esa mentalidad de la que hablaba el señor Francisco en el texto de hoy.
Muy interesantes sus análisis en el blog lo cual generan una reflexión.
Gracias señor Marcano
Gracias por el comentario, ciertamente tenemos mucho trabajo por delante.
EliminarSaludos