Reflexiones: Vías férreas
Reflexiones: Vías férreas
Desde que se inventaron los ferrocarriles, en principio para sacar
carbón de las minas, luego para transportar mercancía y personas, esta
tecnología ayudo a dar un gran salto al crecimiento del comercio y el
transporte militar.
Es bien conocido como en la guerra civil norteamericana, los estados del
norte tuvieron la ventaja tecnológica de transportar más rápido y
eficientemente tropas y armas, gracias a que para el momento ya se había
desarrollado algunas vías férreas que venían suplantando a aquellas caravanas de
ganado que partían del sur de esa nación al norte, donde ya habían ciudades e
industrias y el mercado de la carne tenía muy buena demanda.
Pero no sólo en los EE.UU. tuvieron esta ventaja, los mismos rusos, con
el zar Alejandro III, hicieron lo propio he impusieron su dominio por todo el
territorio de Siberia hasta la costa oriental frente a Japón.
Los ferrocarriles son tan apasionantes que la misma Ayn Rand los uso de
fondo narrativo para la protagonista Dagny
Taggart, una de los herederos de la compañía Taggart Transcontinental. Rand claramente tenía presente que el
transporte de personas y mercancía simboliza progreso.
En Latinoamérica también hubo muchos intentos de desarrollar los
ferrocarriles y de hecho el primero fue inaugurado en Cuba, cuando aún era provincia
española (decretada provincia desde 1812 y ratificada con el estatuto Real de
1834), el 19 de noviembre de 1837.
En todo el siglo XIX hubo muchos proyectos y aperturas de líneas férreas
en Hispanoamérica, pero a diferencia de otras latitudes, en muchos lugares no
pudieron sostenerse con el tiempo, entre las guerras civiles, la corrupción
imperante, la poca rentabilidad y la imposición de impuestos excesivos en
algunos casos, casi todos estos ferrocarriles cerraron sus operaciones.
Hoy día mantener una línea ferroviaria es un costo tan elevado que son
pocos los lugares donde ellas florecen. Es bien conocida la que China construye
actualmente, más al sur que el Transiberiano, para rememorar aquella ruta de la
seda que otrora siglos atrás era la autopista comercial de Asia, pero este
proyecto es más político que rentable, ya que su costo es tan elevado, que
pasaran muchas décadas para que apenas llegue a recuperar su coste, y
difícilmente llegará a dar ganancia en algún momento.
Lastimosamente Latinoamérica quedó atrasada con esta tecnología, que si
se hubiese tenido las condiciones apropiadas cuando se iniciaron las primeras
empresas, probablemente todas las capitales de Suramérica estuvieran conectadas
y habría un ramal que atravesara la región del Darién en dirección al estrecho
de Bering. Un sueño para muchos, pero un costo titánico en lo político,
económico y social, en la actualidad.
Lic. José Francisco Marcano S.
Ig: @jfranciscomarcano
Tw: @jfmarcano
Les invito a leer mi libro “7
Textos caraqueños” con introducción escrita por el Dr. Ítalo Tedesco

Interesante y educativo.
ResponderEliminarGracias, ese es parte del objetivo del blog.
EliminarSaludos.
Los ferrocarriles son el comienzo de la era industrializada, sin ellos hubiese sido imposible colocar y distribuir lo que se producía en las fabricas,el transporte de personas también fue clave para el crecimiento de la población, en fin a pesar de haber sido abandonados en cierta forma aún son de gran utilidad, saludos.
ResponderEliminarSin duda es uno de los logros que se dio en la primera revolución industrial, gracias al ingenio y al empeños de muchísimos ingenieros y técnicos que dedicaron su vida a ello. Gracias a este genial invento, muchas naciones progresaron y se desarrollaron enormemente a diferencia de otras que no implementaron esta herramienta tecnológica.
EliminarHoy día quedan muchas líneas y algunas pocas en proyección, pero sin duda sigue siendo uno de los motores para el transporte de personas y mercancías más eficientes que hay.