Del buen salvaje al buen revolucionario

Del buen salvaje al buen
revolucionario
En un grupo de lectura que nos
reunimos quincenalmente, propuse leer Del
buen salvaje al buen revolucionario de Carlos
Rangel, un libro que hace pocos años cumplió 40 años y su vigencia no ha
desaparecido para nada. Buscar una cita que englobe al texto se me hace cuesta
arriba, pero lo que sí puedo decir, es uno de los libros más subrayado que
tengo, ya lo he leído unas tres veces y cada vez me digo, cómo puede ser que no
le hayan hecho caso al autor en su momento.
Carlos Rangel lo único que
logró con el libro en esa época fue ser criticado de todas las formas posibles
por los “intelectuales” de oficio de ese tiempo, que sólo buscaban
desprestigiarlo con epítetos como pitiyanqui o cachorro del imperio, sólo porque
él mostrar la cantidad de errores históricos en los que incurría Latinoamérica
constantemente por sólo justificarse del porqué no termina de salir del tercer
mundo y seguir anclada allí.
Este libro es uno de los que
más recomiendo en cada oportunidad que me toca opinar sobre el tema del
liberalismo en Latinoamérica y del porqué estamos en Venezuela como estamos,
aunque hay una gama de libros de venezolanos que nos ayudarían en el tema.
Lamentablemente el autor
decidió quitarse la vida en 1988 y no seguir luchando contra la marea
socialista que abonó el terreno para que ya en los últimos años de siglo XX,
diez años más tarde, llegara al poder el sustrato más radical de los partidos
socialistas dominantes del país y con esto abrirle las puertas a otras “potencias”
para así fastidiar a la potencia del continente haciendo que Venezuela se
convirtiera en una ficha más en el ajedrez de la política internacional,
llevando a los ciudadanos comunes a sufrir las consecuencias.
La grandísima
irresponsabilidad de los dirigentes del país, sólo por mantener el populismo
para ellos mantenerse enchufados a sus negocios, es sin duda el verdadero
lastra que tenemos que soltar y esto sólo se lograría con la formación de la
ciudadanía, una forma clara sería creando Colegios Ciudadanos donde exista
espacios para las comunidades discutir las políticas locales que irradiarían a
las políticas regionales, para luego llegar a las nacionales. Si no entendemos
que el ciudadano es el que tiene el poder de cambiar la forma de administrar el
país, y que este ciudadano sea consiente de los planteamientos económicos y
sociales que nos puede sacar del foso, no vamos a poder hacer nada y seguirá el
socialismo enquistado en nuestro país como fue inoculado hace 61 años atrás.
Lic. José Francisco Marcano S.
Ig: @jfranciscomarcano
Tw: @jfmarcano
Les invito a leer mi libro “7
Textos caraqueños” con introducción escrita por el Dr. Ítalo
Tedesco.
Es lamentable, tantos años perdidos dando vueltas en circulo teniendo en frente un camino recto y los recursos para transitarlo en beneficio de todos, claro está, no todos pueden o quieren verlo. En cuanto al libro, no lo he leído, pero en estos días me tomo un tiempo para hacerlo, gracias por recomendarlo y compartirlo.
ResponderEliminarCiertamente ese libro es aleccionador, aunque ya el mundo ha avanzado 40 años aún allí hay mucha información que es totalmente vigente. Sobre todo para no seguir dando vueltas como comentas.
EliminarSaludos